Servidumbres: ¿Qué son y cómo afectan a tu propiedad inmobiliaria?

¿Qué es una servidumbre?

Una servidumbre es un derecho legal que permite a una persona o entidad utilizar o acceder a una parte de una propiedad inmobiliaria que pertenece a otra persona. En términos más simples, es una limitación impuesta sobre una propiedad para permitir el uso o acceso de otra persona.

Tipos de servidumbres

Existen varios tipos de servidumbres, pero las más comunes son las servidumbres de paso y las servidumbres de vista.

Servidumbre de paso

Una servidumbre de paso es aquella que permite a una persona o entidad atravesar una propiedad privada para acceder a otra propiedad. Por ejemplo, si tu propiedad está ubicada en el medio de dos calles y no tiene acceso directo a ninguna de ellas, es posible que necesites otorgar una servidumbre de paso a tus vecinos para que puedan llegar a sus propiedades.

Servidumbre de vista

Una servidumbre de vista es aquella que permite a una persona o entidad mantener una vista despejada desde su propiedad, incluso si eso significa que la propiedad vecina no puede construir estructuras que bloqueen la vista. Por ejemplo, si tienes una hermosa vista al mar desde tu propiedad, es posible que puedas establecer una servidumbre de vista para proteger esa vista de posibles obstrucciones.

¿Cómo afecta una servidumbre a mi propiedad inmobiliaria?

Una servidumbre puede afectar tu propiedad de diferentes maneras. En primer lugar, puede limitar tu derecho de uso y disfrute de ciertas partes de tu propiedad. Por ejemplo, si tienes una servidumbre de paso, no podrás bloquear el acceso a la parte de tu propiedad que se utiliza como camino de paso para tus vecinos. Además, una servidumbre puede afectar el valor de tu propiedad. Por ejemplo, si tienes una servidumbre de vista que protege una vista panorámica única, es posible que tu propiedad tenga un valor más alto en comparación con propiedades similares que no tienen esa protección. También es importante tener en cuenta que las servidumbres son permanentes y se transfieren junto con la propiedad. Esto significa que, si vendes tu propiedad, la servidumbre seguirá existiendo y afectando a la nueva propietaria.